Analizamos “Camino de Ákaba”
En ocasiones algunas lecturas nos sorprenden con una trama tan bien realizada que desde el mismísimo prólogo hasta aquel último punto final nos cuesta distinguir donde dio comienzo la esencia del libro. No sería un error en esas ocasiones decir que el autor intento a buen puerto impregnar cierta esencia literaria desde la primera letra.
El libro de no ficción “CAMINO DE ÁKABA” (traducido por Lorenzo Silva, PREMIO PLANETA 2012) tiene aquel toque característico de las lecturas que les comenté, desde la introducción misma nos va formando el contexto de la historia, situándonos con gran talento a comienzos del siglo XX en zonas de revueltas árabes, no hace falta decir que llenas de conflictos bélicos y un complicado entramado geopolítico que en la obra es bien explicado.
Cabe aclarar que es un “no ficción” en comillas debido a que el relato es narrado mediante las cartas del protagonista que, aunque bien escritas y con el detalle nato de un buen narrador, podría estar viciado con cierta subjetividad.
Nuestro protagonista es ni más ni menos que Lawrence, Thomas Edward… bueno técnicamente son sus cartas, Thomas fue un viajero… soldado… espía… escritor que jugó un papel fundamental en las revueltas árabes (en tiempos de la primera guerra mundial). Con una infancia por demás llamativa, solo por mencionar algunos detalles tuvo una actitud excéntrica y padres con una unión ilegítima, lo que descubrirá recién de adulto (todo esto es bien descripto en la introducción del libro).
Thomas comenta sus experiencias por medio de sus cartas que vendrían a ser como los capítulos del libro, allí nos relata con emotivo detalle las vivencias bélicas como las cotidianas que llego a tener en aquellas lejanas tierras.
Detrás de todo esto existe un tramado geopolítico bien explicado donde encontramos manipulaciones británicas y de líderes mas locales en fiel intento de objetivos acorde a sus diversos fines.
Como podrán notar el tramado es complejo (clásico en este tipo de historias) pero las cartas nos logran explicar todo con perfecta simplicidad, es sin dudas una grata lectura con el agregado de enseñarnos algunos detalles (y no tanto) olvidados de la historia.
También es refrescante el sutil cambio en estilo y personalidad de Thomas según a quien dirige sus cartas, sin lugar a dudas un libro atrapante con el fiel detalle de la no ficción.
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